jueves, noviembre 03, 2011

Autobiografía 8

Fuerte es tu brazo señor, poderosas las obras de tus manos, nada escapa a tus desvelos: ni lo grande, ni lo chico. Grande has estado con nosotros, grande a fuerza de detalles menudos.
Señor se nos ha ido Don Luis, las hojas del dolor de otoño acariciaron su rostro esta mañana. Qué bueno eres padre una y mil veces que deseas recoger pronto a tus hijos, en el fondo lo demás da igual, esta historia de lodo y gracia es, de pasión ciega teñida, una historia breve de amor. Qué importa a los amantes el mundo y sus sollozos, con tal de estar juntos, qué preocupaciones al estallar gozosos el amor en sus desvelos. Te lo llevas Jesús porque lo amas, porque no podías esperar más tiempo a amarle del todo.
Pero, qué nosotros Señor, qué nosotros, que seguimos aquí por tiempo, sin él que era otro Tú. Sin el afecto de su sonrisa, de sus miradas, de sus silencios, de sus rezos.
 Jesús disfruta con Don Luis, gracias por el tiempo que nos lo has dado.