El camino difícil (Lee Child)

A lecciones de historia me remito cuando trato de otoños. Parece que la caducidad de lo bueno se relaciona directamente con la dificultad de comprensión que entrañe. Si algo es demasiado largo o demasiado complejo la mejor manera de arremeterlo es sencillamente con una cita a ciegas guasona que de a entender lo absurdo de tal propuesta. En realidad las citas a ciegas guasonas lo único que dan a entender es que no se ha entendido lo que se crítica.

Que nadie se ofenda (si alguien lo había hecho o leído, cosa que dudo). Hablo de otoños a menudo. Mire y me vi sin libro: alguien dejó este por mi casa. De portada: café barato, dos dolares y un fondo negro. Empecé a leer a lo filólogo: "que porquerías leen los pobres ignorantes", acabé leyendo de niño, con la emoción de llegar al final y la tristeza de tener que acabar.

Avasallador, a ritmo de maillot. Historia buena, personaje trazado; calado, fondo discutible y una o dos escena muy míticas. Para algunos cine entre letras, para otros: formas de contar nuevas, rápidas, de cultura snak. Vivan las descripciones minuciosas, detallistas... Azorín eres único, pero vivan también los cuentos, los personajes, la emoción, el trazar surcos con palabras. La omisión en literatura no es un mal. En esta ocasión es una bendición.