domingo, octubre 01, 2006

¿Por qué un blog? y ¿por qué de libros?

La primera pregunta tiene fácil respuesta: Para obligarme a escribir. Tal vez sería más correcto afirmar que deseo que me lean, que me ilusiona profundamente llegar a influir. Pero sería falso.
Dudo que este blog llegue a muchas personas.
No es que me alimente una falsa modestia o un pesimismo adolescente, sino que entre el nombre raro que le he dado al blog (era uno de los pocos decentes y disponibles) y mi desconocimiento supino de cómo hacer para que alguien llegue a entrar en esta página, he desechado la idea de convertirme en un oasis cultural.
En fin, la primera duda ya esta resuelta. La segunda es más sencilla si cabe. Tengo dos aficiones: el fútbol y la lectura. La primera no necesita difusión y por lo tanto mi papel no es imprescindible. De forma que no me quedaban más opciones.
Otro motivo es sin duda, la convicción firme de que la lectura de grandes libros ayuda a forjar grandes ideales en los hombres. En un mundo en el que parece que lo único que importa es la comodidad personal, en el que las demás personas valen en la medida en que me son útiles. Me parece qué descubrir valores que nos hacen más humanos es importante.
Y esto es algo que los grandes libros ofrecen. Las historias nos permiten observar ejemplos de personas buenas. Uno no aprende a ser valiente gracias a la definición de valentia, sino viendo a un hombre valiente.
En fin creo que por hoy es suficiente. Me doy mi propia enhorabuena y espero con impaciencia la llamada del éxito.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los grandes autores no nacen como tales,se van forjando y cuando logran transmitir la grandeza de la interioridad humana son considerados como tales..... vas por muy buen camino....Ojala que todo el mundo que busque pensar e influir para el bien se sepa expresar como tú

Anónimo dijo...

cuenta también con mi enhorabuena por el blog y por el artículo!

Anónimo dijo...

jodé tronco, pues escribir escribes bien. que lo sepas.
j

Fon dijo...

;-)

Javi dijo...

tu blog mola muxo